La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y las cámaras
empresariales volvieron a fracasar este jueves en su intento por fijar nuevos
aumentos salariales para la rama metalmecánica.
En la reunión, que se extendió durante varias horas, las
partes acercaron posiciones pero no lograron acordar un esquema de
recomposición para el período noviembre 2024-marzo 2025, por lo que los
trabajadores del sector finalizarán el año sin ajuste salarial.
La parte empresarial,
representada por ADIMRA, AFARTE, AFAC, FEDEHOGAR, CAMIMA y CAIAMA, ofreció una suba cercana al 12%, seis puntos por debajo de lo que reclama la
UOM.
Pese a la diferencia de porcentajes, el sindicato que
encabeza Abel Furlán se mostró dispuesto a aceptar la propuesta, pero pidió
incluir una cláusula gatillo en línea con el IPC de cada mes, un punto que las
empresas consideraron "inviable".
"A diferencia de otros momentos en los que se podía
seguir el ritmo de la inflación, ahora no es viable porque estamos con una
fuerte caída de la actividad y con problemas para competir frente a las
importaciones", explicó un participante de la reunión en diálogo con El
Cronista.
El último acuerdo paritario para la rama 17 data de agosto,
cuando se firmó una recomposición del 14% con carácter retroactivo a pagar en
cuatro tramos: 4% en julio, 4% en agosto, 3% en septiembre y 3% en octubre.
En noviembre, y tras la finalización del esquema anterior,
la UOM llamó a las cámaras a reanudar conversaciones para conseguir nuevas
subas para el período noviembre 2024-marzo 2025.
Las conversaciones se extendieron durante semanas debido a
la postura inflexible tanto del gremio como de las cámaras, que expresaron su
preocupación por la situación del sector y por las proyecciones negativas para
2025.
Las negociaciones formales entre las partes continuarán en
enero 2025. Mientras tanto, los trabajadores seguirán cobrando bajo el esquema
vigente, que establece un salario básico de $ 585.277,56 para el personal
técnico mensualizado categoría 1ª y un jornal de $ 3282,12 para un operario
calificado.
Fuente: El Cronista